12/3/12

Las monas y los sentimientos ajenos.




"Vale sí, me besó. ¿Y qué? Y me encanta verle. Y no se acaba el mundo. Y soy feliz. Pero, ¿ahora qué? Es que no sabes lo que es. Es como si tu cuerpo te pidiese ir corriendo a su casa, decirle que le quieres, abrazarle, tirarle a la cama y hacerle el amor. Pero no es porque quieras follar. Es porque le necesitas cerca y pasar los dedos por su espalda. Es como si todas las cosas bonitas que todo el mundo se imagina, y de las que yo me burlo, con él tuviesen sentido. Y ahora tengo los ojos lagrimosos. Y te quiero. Sé que tú y yo vamos a estar juntos toda la vida, porque lo sé. Y cuando tengamos cincuenta años y hayan pasado mil cosas ambos sabremos que fue el amor de mi vida. Porque si alguien consigue que yo le quiera así, que me vayan avisando. Y esto que voy a decir... en parte es gracias a ti. Es como si me hubieses enseñado a querer a alguien".

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